El cementerio parisino de Ivry-sur-Seine, de la metrópolis de Paris, ha habilitado un espacio como cementerio natural para realizar entierros verdes.
Un espacio donde la inhumación se realiza con ataúdes de madera sin tratar, cartón u otros materiales biodegradables.
Los difuntos son enterrados a campo abierto, sin ningún adorno fúnebre más que unas discretas estelas de madera de especies locales.
El espacio de entierro verde o natural organizado en el cementerio de Ivry-sur-Seine, lo forma una zona ajardinada, rodeada de arbustos y de prados naturales. Los trabajos de mantenimiento de la jardinería se realizan sin plaguicidas ni fertilizantes químicos.
La creación de un espacio funerario ecológico para entierros verdes dentro del cementerio parisino de Ivry se fraguó en la agenda del Consejo de París celebrada en julio 2019 (1).
Tras aquel acuerdo, la ciudad de París especificó que a partir de septiembre de 2019, serían posibles entierros ecológicos. Para ello se han habilitado 157 espacios para fosas naturales ubicadas en los 1.560 m2 planificados para tal fin.
Según el equipo político de la municipalidad de Ivry, este espacio responde a la creciente demanda de personas que solicitan una inhumación de baja huella ecológica.
La inhumación ecológica que se permite en este cementerio parisino incentiva los ataúdes de cartón y de maderas sin tratar de origen local (de aliso, castaño, roble ...).
Todo el espacio para el entierro natural ha sido diseñado en forma de zona ajardinada. Está rodeada de arbustos y de prados naturales, y con una selección de espacio que ayuda a conservar la biodiversidad.
La norma que define el entierro en el cementerio de Ivry es que está estrictamente prohibido que el difunto reciba ninguna atención tanatopráctica, ni tampoco se permiten las lápidas convencionales de granito, mármol o piedra caliza.
Además de no aceptar tratamientos de conservación en el difunto con ningún producto químico, la vestimenta y los acolchados del féretro deben ser de fibras vegetales.
Para garantizar el cumplimiento de estas normas, la familia del difunto debe firmar una carta por el que se obligan a respetar cada una de las condiciones.
En contra partida, como bien reconoce la responsable política Pénélope Komitès (1959-), cargo electo del ayuntamiento de París adjunta a alcaldía, encargada de espacios verdes, biodiversidad, agricultura urbana y asuntos funerarios: "estos entierros verdes tienen la ventaja de ser un 20 % más baratos que los convencionales por el sitio que les corresponde".
Este cementerio de la región de Île-de-France, no hace sino inspirarse en el que fue el primer cementerio verde francés creado en 2014 en Niort.
Otros cementerios parisinos como los de Bagneux, Pantin y Thiais se están adecuando para ofrecer también entierros naturales.
La adecuación de un espacio para el enterramiento natural en un cementerio en París ha sido financiado por la municipalidad parisina con un coste de unos cincuenta mil euros.
Para esta inversión el ayuntamiento ha calculado que el retorno de la inversión se prevé con la concesión de derechos de inhumación. De todos modos, en este espacio de entierro ecológico, las tasas de estos son más baratas (294 € por diez años, en contra de los 376 € de una concesión de inhumación convencional, en precios del 2019).
Los zorros corretean por algunos de los cementerios parisinos, un ejemplo que atestigua que cuando se fomenta la renaturalización de los espacios urbanos, incluso en un cementerio, la biodiversidad florece.
Los zorros descubrieron el potencial de estos espacios verdes, ricos en biodiversidad. Estos recintos fúnebres les aportaban numerosas oportunidades para alimentarse. En los cementerios algo naturalizados abundan los ratones de campo, pero también pájaros (cuervos, urracas, paseriformes, etc.).
Los árboles y los arbustos del cementerio les aporta también frutas silvestres (cerezas, escaramujos, nueces, avellanas, etc.). Esto hace que cada año los cementerios parisinos sean la cuna de nuevos zorrillos que encontrarán en aquellos espacios su nuevo hábitat.
Los conservadores de estos cementerios han reaccionado positivamente y ayudan a la biodiversidad del cemeneterio gestionándolos sin plaguicidas y con medidas de conservación de la flora y la fauna.
El cementerio parisino ubicado en Ivry-Sur-Seine ocupa 28 hectáreas y contiene alrededor de 48.000 concesiones. Creado en 1861 y ampliado en 1874 ha sido un espacio escogido para el entierro de algunas personalidades de la ciencia y la cultura francesa.
Este cementerio formó parte de la red de espacio funerarios de la ciudad de París construidos extramuros.
Tras la Primera Guerra Mundial, también se convirtió en un cementerio militar. Muchos soldados de la Gran Guerra que murieron por sus heridas en los hospitales de la capital están enterrados allí.
Y desde el final de la Segunda Guerra Mundial, recibió el cuerpo de muchos milicianos de la resistencia ejecutados por las autoridades alemanas y enterrados en fosas comunes en este cementerio. Hoy tres monumentos les rinden homenaje.
Este cementerio a lo largo de su historia se ha distinguido por una vegetación significativa lo cuá le convierte en un lugar ideal para pasear.
Un lugar que invita a la calma, pero también a gozar de un entorno natural propicio para la observación de una fauna variada.
En su recinto se han identificado más de cuarenta y cinco especies de aves silvestres y de pequeños mamíferos como los erizos o los zorros.