El compostaje de cadáveres humanos podría implantarse de inmediato si hubiera voluntad. En realidad, el compostaje es una biotecnología y como tal bien conocida y experimentada, incluso con ganado muerto de gran tamaño.

Sin embargo, su aplicación al procesado post mortem de seres humanos se enfrenta a reticencias culturales, legislativas, pero sobretodo del oligopolio funerario que lo impiden.

El compostaje es un término no siempre bien comprendido y no tiene nada que ver con inhumar directamente en el suelo sin más.

El compostaje es una biotecnología oxidativa, es decir una forma de procesar la materia orgánica gracias a la presencia de oxígeno y de microorganismos seleccionados en un proceso acelerado.

Comprender el proceso de compostaje
El compost es el producto final de la transformación aeróbica (con oxigeno) natural de la materia orgánica hecha por los organismos del suelo (bacterias, hongos y actinomicetos sobretodo).

El compostaje es un invento moderno aparece en el siglo XX de la mano de quién se considera "padre del compostaje moderno", Sir Albert Howard (1873-1947). Este botánico británico, impulsor también de la agricultura ecológica, después de años de investigación en India creó el método de compostaje conocido como "Indore".

El proceso de compostaje consiste en la descomposición biológica aerobia y la estabilización de sustratos orgánicos. Una degradación microbiológica que permite el desarrollo de temperaturas termófilas (entre 50 y 70 grados) debido a la generación de energía calorífica de origen biológico.

El resultado final es que la materia orgánica se recompone creando un producto estable (húmico) libre de patógenos y que puede emplearse como fertilizante. Este proceso imita lo que hace la naturaleza transformando la materia orgánica, pero de forma acelerada. 

Los responsables de la descomposición aerobia o transformación-oxidación de los materiales compostables son poblaciones microbianas formadas por bacterias, hongos y otros microorganismos, etc.

Se trata pues de una biotecnología porqué hace una explotación de microorganismos para retornar al suelo materia orgànica procesada para obtener un producte estable y sanitariamente higienizado que contribuya a la fertilidad del suelo.

Compostar no es descomponer
Aspecto homogéneo que toma el compost maduro.

Que la materia orgánica se composta no es lo mismo que se descomponga en cuanto a resultado final. El compostaje reduce la materia orgánica a una sustancia rica en humus que se puede utilizar como enmienda del suelo. La descomposición sirve a mantener un rico ecosistema de seres vivos que obtienen energía para sus procesos vitales.

El compostaje es pues un proceso artificial, una biotecnología oxidativa que acelera un proceso natural gracias a una explotación industrial del potencial de los microorganismos.

A causa de la acción de los microorganismos se consumo oxígeno y se produce dióxido de carbono, agua y calor. El sistema de compostaje debe pues recibir un aporte de aire, ya sea de forma mecánica con el volteo o por aireación forzada con un soplante. La aireación, además de proporcionar el oxígeno a los microorganismos, regula el exceso de humedad por evaporación y mantiene la temperatura adecuada para el proceso.

El proceso de descomposición de la materia orgánica ocurre continuamente en la naturaleza, pero no de forma controlada ni acelerada como lo hace el compostaje.

La descomposición anaeróbica de materia orgánica animal la producen un grupo de microbios que viven en ausencia de oxígeno y se caracterizan por generar compuestos pestilentes como metano y gas sulfuro de hidrógeno como subproductos.

 

El compostaje como proceso biotecnológico
Ilustración basada en una imagen de un microscopio electrónico de barrido donde se aprecian los bacilos (alargados) y cocos (esféricos), bacterías típicas del compost.

En realidad, el compostaje de cadáveres hay que considerarlo un procesado biotecnológico que permite transformar la materia orgánica en abono e higiénizado y por tanto libre de patógenos.

La clave para saber si una materia orgánica se composta o se descompone es la temperatura y el olor en el proceso. En el compostaje se facilitan las condiciones para que se den reacciones metabólicas que incrementan la temperatura debido a la actividad microbiana termófila (60 a 80 ºC).

El proceso de compostaje no genera nunca gases malolientes. En la descomposición no hay un incremento de temperatura y se generan gases pestilentes.

De hecho, en el siglo XXI deberíamos asumir que es rudimentario y ambientalmente poco recomendable poner los cadáveres dentro de un ataúd encerrado en un nicho o tumba para que se pudra debido a los problemas de lixiviados contaminantes, etc. que se generan.

El producto resultante del proceso de compostaje es lo que se denomina compost terminado o curado. Se trata de un material inerte que no tiene rastro alguno de tejidos u otras materias primas distinguibles, y no tiene olores desagradables.

En realidad, se obtiene una mezcla homogénea de material estable rico en humus que es de color marrón oscuro a negro y resistente a una mayor descomposición microbiana.

Ingredientes para compostar
La firma estadounidense Olson Kundig Architects muestra como sería la instalación para el proceso Recompose que se impulsa en Seatle, donde los cuerpos humanos se convertirán en compost fértil. (https://olsonkundig.com/projects/recompose-seattle/)

Como biotecnología que es el compostaje, este precisa de los microorganismos adecuados para que con la correcta proporción de nutrientes se inicie, en presencia de oxígeno, la actividad microbiana transformadora de la materia orgánica.

Los microorganismos que intervienen en el compostaje se dice que son aeróbicos facultativos, es decir, no pueden vivir en ausencia de oxígeno, sin embargo, cuando este es deficitario también pueden usar otros compuestos como dióxido de carbono y sulfato.

En otras palabras, los microorganismos compostadores son todo lo contrario de los microorganismos descomponedores que para sobrevivir no pueden estar en contacto con oxígeno.

Precisamente, la característica de un ser vivo animal muerto es que ha perdido su capacidad de transportar y procesar el oxígeno.

La falta de oxígeno es el anuncio para que las bacterias anaeróbicas que viven sin oxígeno confinadas en el sistema digestivo se expandan por todo el organismo e inicien la descomposición.

Precisamente, estos gases pútridos como la cadaverina o la putrescina, serán los desencadenantes para llamar a la atención al resto de seres que participan del tanatobioma.

En el compostaje la aireación no es suficiente, también deben darse unas condiciones particulares de nutrientes en forma de carbono orgánico (C) para que los microorganismos puedan generar la energía y el crecimiento que precisan, y nitrógeno (N) para la síntesis de proteínas. El proceso sigue unas fases bien definidas.

El proceso del compostaje
Esquema conceptual del proceso de compostaje. Ilustración adaptada de l'Agència de Residus de Catalunya.

El compostaje, al ser un proceso forzado se puede monitorizar con diferentes medidas (temperatura, pH, humedad, relación C/N) gracias a que sigue una secuencia marcada por la actividad microbiana de esta biotecnología.

El proceso de compostaje se puede dividir en dos fases distintas: la fase activa o de degradación intensa en la que se da también la higienización y la fase de curado mesofílica. Estas fases pueden visualizarse perfectamente en lo que se conoce como la curva típica de temperatura del compost.

La fase de degradación intensa

La primera fase del proceso de compostaje es iniciada por microorganismos mesófilos, debido a su capacidad para utilizar una gran variedad de compuestos como carbohidratos complejos, proteínas, azúcares y aminoácidos. (Golueke, 1991).

Estos mesófilos prosperan a temperaturas de 10 a 40 ° C. A medida que aumenta la actividad microbiana, el calor se acumula en la pila de compostaje y estos son sucedidos por microbios más tolerantes al calor (termófilos).

La actividad microbiana termófila continuará mientras haya agua, oxígeno y sustrato disponibles. En esta fase del compostaje se precisa de materiales complementarios a los de la materia orgánica animal y así mismo estos deben permitir mantener la porosidad, la disponibilidad de oxígeno y la humedad.

La higienización se produce cuando la actividad microbiana termófila se fuerza durante unas horas para que el proceso de compostaje, alcanza los 55-60 ° C.

Durante esta etapa de degradación las proteínas existentes en los materiales iniciales se convierten en formas amoniacales, las cuales pueden perderse en buena parte según sean las condiciones de humedad y temperatura y del régimen de ventilación establecido.

Fases del proceso de compostaje.

La fase de curado o maduración

Cuando la temperatura regresa nuevamente al rango mesofílico, el compost será recolonizado por una segunda población de microbios mesofílicos que comenzarán a degradar los sustratos más resistentes. Aunque la descomposición no cesará, la velocidad se reducirá considerablemente.

Los hongos y los actinomicetos juegan un papel importante en la descomposición de sustratos con alto contenido de carbono como la lignina durante la fase de curado.

A medida que se consumen la mayoría de los sustratos disponibles y el oxígeno, la actividad microbiana se ralentizará y la temperatura en la pila de compost empieza a disminuir.

A esta fase la actividad microbiana transforma los últimos materiales orgánicos disponibles y que acostumbran a ser los más complejos químicamente.

La fase de curado o maduración es un período que puede durar meses a temperatura ambiente. Durante este período se producen reacciones secundarias de condensación y polimerización de compuestos carbonados para la formación de ácidos húmicos y fúlvicos. El humus o producto resultante es una recomposición de la materia orgánica degradada.

El compostaje fúnebre está listo para implantarse
Ilustración del proceso de la humusación tal como lo difunde la entidad belga promotora, la Fondation MÉTAMORPHOSE. Traducido del original.

En Estados Unidos el proceso de compostaje de difuntos ya ha sido aprobado en algunos Estados. En Bélgica el método que se propone para compostar seres humanos se denomina humusación.  En Holanda se estudia legalmente ampliar los sistemas de tratamiento post mortem.

Sea como sea, el proceso de compostar un cadáver es en tecnología francamente sencilla y de la cual se dispone de una notable experiencia sobre como obtener un buen compost de cadáveres. Todo ello hace posible que pueda ser implantado sin más dilación.

No estamos hablando de un proceso teórico, ni de un proceso que requiera inversiones de gran calado (como sucede con un horno crematorio) o de tecnologías de dudosa implantación como la aplicación de nitrógeno líquido.

El compostaje tiene una dilatada historia de éxito en todo tipo de materia orgánica, incluidos los grandes animales de granja  muertos. Los gobiernos no pueden argumentar que para implantar el compostaje como método de inhumación se requieren estudios que demuestren las garantías sanitarias ya que el proceso de compostaje higieniza siempre el producto resultante.

En realidad, no hay argumentos técnicos para impedir el compostaje de cadáveres humanos. Sólo hay argumentos de intereses económicos del sector funerario actual, ocupado en casi un 80 % en toda Europa por un oligopolio.

Corresponde a la sociedad estar informada y conocer que el sistema más ecológico para minimizar la huella ecológica de un servicio fúnebre es precisamente el compostaje. Compostar es un proceso que se puede individualizar y al igual que con las cenizas de la cremación. El humus obtenido al final de proceso en una parte puede ser depositado en un camposanto si así se desea.

El compostaje de cadáveres humanos es pues compatible con las creencias religiosas más habituales y respeta al cien por cien los principios éticos que se aplican a la cremación o la inhumación en tumba o nicho.

El paso necesario para implantar el compostaje como proceso fúnebre es empoderar a la población. Sólo cuando la ciudadanía reclame la implantación del compostaje como método de inhumación, este se legalizará.

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