Los cuidados paliativos hacen referencia a la atención sanitaria que reciben las personas diagnosticadas de enfermedades no curables y progresivas. Enfermedades que presentan síntomas que alteran su calidad de vida y la de sus familias.
Lamentablemente, en España (2023) no existe ley sobre los cuidados paliativos y más del 50 % de los españoles no tienen derecho alguno a acceder a la reducción del sufrimiento y el dolor desde la dignidad en el proceso de morir.
Cuando nos planteamos un funeral natural, este debería ir precedido de una muerte digna y de calidad. Los cuidados paliativos ayudan a este objetivo. De ahí que sea importante conocerlos y plantearse su actuación frente a una enfermedad terminal.
Las necesidades de un enfermo terminal afectan a todas las esferas del ser humano: la biofísica, la psicológica, la social y la espiritual. La atención de un enfermo terminal depende de la complejidad de su diagnóstico y según este se gestiona de forma diferente.
Los cuidados paliativos son la rama de la medicina que se encarga de prevenir y aliviar el dolor para dar una mejor calidad de vida a los pacientes que padecen de una enfermedad grave y terminal. O sea, sin curación y que conduce a la muerte.
Los cuidados paliativos no sólo se administran a los pacientes, sino que dispone de recursos también para facilitar el bienestar de la familia del paciente. Los principales objetivos de los cuidados paliativos se centran en:
1. Aliviar los síntomas del sufrimiento del paciente de acuerdo con sus preferencias respecto a lo que espera del final de su vida.
2. Facilitar la comunicación entre el paciente, su familia y el propio equipo médico involucrado en el tratamiento de su enfermedad.
3. Proporcionar apoyo psicológico y espiritual al paciente y a sus familiares.
Cordialidad, respeto y confianza son algunas de cualidades implícitas en un tratamiento paliativo. Se aplica a pacientes cuya enfermedad se encuentra en un punto de no retorno y en el que la medicina convencional ya no tiene opciones de curación (1), Todo ello viene facilitado si el paciente ha realizado un testamento vital.
Las enfermedades más habituales son los cánceres, las enfermedades degenerativas físicas y psíquicas. Los cuidados paliativos no sólo se centran en administrar sustancias analgésicas, tratamientos para aligerar la depresión. la ansiedad u otras molestias o efectos secundarios relacionadas con el proceso terminal (trastornos intestinales agudos, náuseas, insomnio, etc.).
Además de las atenciones farmacológicas, estas siempre se acompañan de una atención psicológica y social tanto del paciente como de su familia o allegados más directos. La Sociedad Española de Cuidados Paliativos dispone de una guía de orientaciones sobre el tema para los profesionales del sector
Con los protocolos de cuidados paliativos se evita prolongar de forma innecesaria la vida o el sufrimiento. Especial atención merece cuando aparece el llamado deseo de acelerar la muerte o WTHD acrónimo del inglés, wish to hasten death.
De ahí que los tratamientos terapéuticos que se administran persiguen ante todo el bienestar del paciente evitando el encarnizamiento farmacológico.
Una máxima básica de los cuidados paliativos es que si bien la muerte es inevitable, morir de mala manera no lo es.
Lamentablemente, los cuidados paliativos, no se ofrecen de forma generalizada, ni con la atención que a veces se precisa en algunas regiones de España.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística español, cada año fallecen en el país alrededor de 380.000 personas. De estas, cerca de un tercio requieren atención especializada en cuidados paliativos, que no siempre reciben.
La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), ha detectado que el número de personas que mueren cada año sin acceso a cuidados paliativos ha aumentado un 38% (de 54.000 en 2015 a más de 80.000 en 2022).
En el mundo, existe el movimiento Hospice (The Worldwide Hospice Palliative Care Alliance (WHPCA)) impulsor de la aplicación de cuidados paliativos, especialidad que Naciones Unidas reconoce (2). Algunas ONGs colaboran en facilitar esta atención en los países no desarrollados.
Los cuidados paliativos los proporcionan generalmente especialistas en esta disciplina que ostentan una capacitación especial sobre el tema.
En general lo forman equipos humanos multidisciplinarios que puede incluir a doctores, enfermeras, dietistas, farmacéuticos, psicólogos y trabajadores sociales.
Los cuidados paliativos pueden ser prestados por los equipos de atención primaria, de asistencia hospitalaria o de las unidades específicas de cuidados paliativos, a partir de un protocolo de atención integral.
Un equipo de cuidados paliativos tiene por objetivo mantener la mejor calidad posible de vida del paciente terminal en sus últimos meses, semanas o días.
Los cuidados paliativos, como hemos comentado, no sólo atienden las necesidades más físicas derivadas del deterioro vital, sino también las cuestiones emocionales, sociales y espirituales a las que pueden enfrentarse los pacientes y sus familiares.
Algunos servicios sanitarios distinguen entre los cuidados paliativos que pueden empezar en cualquier momento de la enfermedad terminal, de los cuidados al final de la vida.
Los cuidados al final de la vida en la última fase del enfermo se centran exclusivamente en la calidad de vida del muriente (física, psicológica, espiritual, filosófica).
En palabras de Cicely Saunders, creadora del Movimiento Hospice, los profesionales de la salud deben ser capaces de ver la etapa que precede a la muerte como un momento vital altamente positivo; es imprescindible humanizar el proceso de morir. Esto significa reconocer la vulnerabilidad del cuerpo físico que hay que dejar, pero sin olvidar la dimensión trascendente inherente al ser humano.