¿El gato se comerá mis ojos? Y otras preguntas sobre cadáveres
¿El gato se comerá mis ojos? (Capitán Swing) es un libro para morirse un rato de risa. Algo que puede ser terapéutico sabiendo que que la tasa de mortalidad en la especie humana es del 100 % es evidente que todos los interrogantes sobre este fenómeno global son de gran interés.
Un libro que de la mano de la funeraria más gótica y desvergonzada nos lleva a la lectura un ensayo en el que los cadáveres sean en el espacio, en la morgue o en el domicilio mortuorio, dan mucho que hablar.
Ya que “Todos vamos a morir” la funeraria influencer norteamericana Caitlin Doughty nos trae un nuevo libro que destripa la muerte como si fuera una forense de mitos y leyendas a partir de 35 preguntas de lo más descacharrantes que ha tenido que responder a lo largo de su carrera como funeraria.
Caitlin Doughty, que posa entre ataúdes, calaveras, y viste camisetas provocadoras recibe montones de preguntas sobre la muerte y este libro le salió solo. Las mejores son las de los niños: ¿se hace uno caca al morir?, ¿puede celebrar la abuela un funeral vikingo?
El libro ofrece respuestas objetivas, divertidas y sinceras desde los conocimientos funerarios sobre el cuerpo y la intrigante historia que se esconde tras las ideas erróneas más comunes sobre los cadáveres.
Con su inimitable estilo desenfadado, detalla el saber tradicional y científico sobre lo que ocurre con nuestros cuerpos después de morir. ¿Por qué gimen los cadáveres? ¿Qué hace que los cuerpos se coloreen durante la descomposición? ¿Y por qué el pelo y las uñas parecen más largos después de la muerte? Son algunas de las preguntas.
De su texto se podrá aprender cuál es la mejor tierra para momificar el cuerpo, si se puede conservar el cráneo de tu mejor amiga como recuerdo y qué ocurre, por ejemplo, cuando se muere en un avión.
Preguntas surrealistas, respuestas mortales
"A la muerte se la toma de frente con valor y después se la invita a una copa", con esta frase del escritor Edgar Alan Poe (1809-1849) se cierra este ensayo "divertido, oscuro y, en ocasiones, asombrosamente existencial".
Cada una de las preguntas que contesta este libro, aunque pueden parecer surrealistas es la excusa para traer a colación algunos temas relacionados con la muerte que son interesantes.
Cuando plantea ¿qué le pasa al cadáver de un astronauta en el espacio? o ¿puedo quedarme con el cráneo de mis padres cuando se mueran? la respuesta es todo un alarde de sabiduría funeraria.
Los cráneos no se pueden separar del esqueleto de un cadáver legalmente. Argumenta también que una cosa son los restos humanos y otra los huesos, y que la venta de estos pueden tener procedencia poco ética. Y por supuesto recomienda que el cráneo del familiar debe acabar en el cementerio, incinerado o donado a la ciencia.
Doughty, a pesar que publicó este libro en Estados Unidos en 2020 olvida que desde 2019, el compostaje humano está autorizado en Estados Unidos.
Pero, sin duda, es un libro de lectura amena sobre un tema tabú, lo cual le da también el aire de misterio que se amplifica también gracias a unas ilustraciones muy creativas.
La autora reconoce que en nuestra civilización, casi toda la gente es analfabeta sobre la muerte, lo que hace que el miedo sea aún mayor. La muerte es difícil y no podemos hacer que la muerte sea divertida, pero sí podemos hacer que aprender sobre la muerte sea divertido.
Este libro toma la muerte como una oportunidad para adentrarse en cuestiones de ciencia, historia, arte, literatura para que deje de hacernos miedo.
Así que haciéndonos preguntas sobre la muerte, aunque puedan parecer absurdas algunas de ellas, es una oportunidad para que la realidad de la muerte inevitable sea más asimilable. Invitados pues estamos a leer de la mano de esta funeraria con look gótico.
Una funeraria gótica
Caitlin Doughty abrió un consultorio en Youtube hace más de dos lustros llamado Ask a Mortician (Pregunta a una funeraria). Sus vídeos acumulan hoy 250 millones de visitas y lo siguen dos millones de suscriptores.
Tiene otros 126.000 seguidores en X (antesTwitter) y más de 266.000 en Instagram, donde posa entre tumbas y calaveras, se repantinga en ataúdes o se hace selfies con una sudadera que dice: “Futuro cadáver”.
Ha escrito dos libros que fueron best sellers en Estados Unidos y que se han traducido al castellano: Hasta las cenizas: lecciones que aprendí en el crematorio y De aquí a la eternidad.
En 2011 fundó una organización sin ánimo de lucro llamada La Orden de la Buena Muerte que aboga por aprender a morirnos bien. Quiere acabar con la “censura cultural sobre la muerte”, hacer más transparente el multimillonario negocio funerario, actualizar los ritos de despedida y promover los entierros naturales.
¿El gato se comerá mis ojos? (Capitán Swing) y llega a España en la víspera del Día de Todos los Santos 2023 para morirnos un rato de la risa.