Amor y pérdida narra el mundo de Amy y su marido Brian el cual cambia radicalmente cuando una resonancia magnética confirma una verdad que ya no pueden ignorar.

Ante un diagnóstico de alzhéimer, Brian decide que quiere morir; quiere dejar la vida mientras siga en pie, no vivir de rodillas. Esta es una realidad que ya ha sido tratada incluso en películas como La fiesta de despedida.

Acompañándose mutuamente en este viaje de despedida, Amy y Brian toman la difícil decisión de acudir a Dignitas, la organización suiza que defiende el derecho de las personas a morir con dignidad.

En esta desgarradora memoria, Amy Bloom describe con dulzura y franqueza la historia de un amor que desafía todos los límites y de uno de los más valientes adioses que se pueden dar. Una prueba de que el amor a veces también significa dejar ir, como lo muestra con precisión quirurgica la película Amor.

Reflexión sobre la muerte digna

La enfermedad cuando es incurable y destruye la esencia de la vida humana debería dejar de ser objeto de investigación o de interés farmacéutico.

Por eso, Amor y pérdida es un libro que va más allá de la vivencia de este matrimonio para conseguir algo que debería ser un derecho. En España con la ley de eutanasia queda claro que esta puede aplicarse a "las enfermedades graves, crónicas e invalidantes, aquellas que afectan directamente a la autonomía física, capacidad de expresión y relación de la persona y que producen sufrimiento físico y psíquico constando e intolerable, existiendo la seguridad o gran probabilidad que las limitaciones persistan sin posibilidad de curación o mejora".

En esta categoría se situarían las demencias, como el alzhéimer, las tetraplejias, la esclerosis múltiple o el ELA, entre otras. Así que en nuestro país, el caso de Amy y Brian podría haberse tratado sin salir clandestinamente a Suiza.

Las personas con alzhéimer pueden solicitar la eutanasia a partir del documento de Voluntades Anticipadas. En cualquier caso, el libro va más allá de la anécdota del periplo por poder morir dignamente.