Living Cocoon: un ataúd a base de hongos

La contaminación de los tejidos humanos por tóxicos químicos presentes en la alimentación, la medicación o el entorno ambiental es una realidad.

Frente a esta carga tóxicos que incorpora toda persona fallecida en su cadáver, tanto si se inhuma como si se crema se traslada nuevamente al entorno.

Una de las opciones para reducir esta carga tóxica en el cadáver es la llamada biorremediación. Un equipo de  investigadores holandeses han desarrollado un ataúd compostable que neutralice los tóxicos acumulados en vida en el cuerpo humano resulta de interés.

Este ataúd que incorpora en toda su carcasa un sustrato rico en micelio de hongo de un material denominado MycoComposite™ se conoce como Living Cocoon.

Un ataúd a base de hongos
Living Cocoon, el ataúd de hongos junto a su promotor, el holandés Bob Hendrikx. Foto: Loop Biotech

El ataúd que incorpora micelio de hongos existe y tiene una denominación comercial: Living Cocoon incorpora un caldo de cultivo enriquecido de diferentes microorganismos del suelo.  

Según Bob Hendrikx, fundador de la empresa Loop Biotech  que fabrica este particular ataúd, su propuesta "permite que las personas vuelvan a ser uno con la naturaleza, de modo que puedan enriquecer el suelo en lugar de contaminarlo",

Las arcas Living Cocoon, hechas de una matriz micelio de hongo llamado MycoComposite™,  disponen de suficiente rigidez para poder soportar en su interior hasta 200 kg de peso, suficiente para cualquier servicio funerario de calidad..

La selección de hongos empleada en el féretro Living Cocoon, ha demostrado ser muy eficaces en la eliminación de toxinas, de contaminación por compuestos orgánicos volátiles, microplásticos y los metales pesados.

El micelio incorporado en Living Cocoon ya se usó en biotecnología de la remediación del suelo en la zona de Chernobil.

También es una técnica habitual en Holanda donde los agricultores la usan para hacer que la tierra vuelva a ser más saludable después de su cultivo intenso.

El ataúd, tal y cómo lo comercializa Loop,  dispone de sellos de calidad ecológica como el certificado 'Cradle2Cradle Gold' y la validacion 'GreenLeave approved'.

Algo más que un ataúd biológico
Cada ataúd es único y puede variar en color, textura y dimensiones. El estándard tiene las siguientes medidas exteriores: 207 cm de largo, 65 cm de ancho y 50 cm de alto y puede soportar en su interior 200 kg de peso. Foto: Loop Biotech

El Living Cocoon en su interior contiene un lecho de musgo lleno de micelio, raíces de plantas y un exuberante ecosistema de microorganismos.

Después de una extensa investigación entre la Universidad Tecnológica de Delft y el Centro de Biodiversidad Naturalis, junto con dos grandes cooperativas funerarias holandesas, CUVO (en La Haya) y De Laatste Eer (en Delft), este producto fúnebre permite el entierro natural. El primer fallecido en ser enterrado con este ataúd que incorpora micelios de hongos fue en septiembre 2020.

La comercialización la desarrolla la empresa del inventor, Loop Biotech  la cual fabrica pequeñas series de estas arcas con un coste de unos 1.500 euros (precio año 2021).

Los implicados en el proyecto quieren cuantificar la reducción efectiva en el número de tóxicos acumulados en el cuerpo humano cuando se inhuma con el ataúd Living Cocoon.

El ataúd Living Cocoon es un producto ideal para el entierro directo en el suelo como el que se permite en los cementerios naturales existentes en Holanda, el Reino Unido y Francia.

El centro de diseño de materiales Ecovative en Estados Unidos ya ha demostrado que el ataúd vacío es absorbido por la naturaleza en un plazo de 30 a 45 días, en un clima húmedo.

Loop Biotech, junto con los científicos de Naturalis, analizará los productos que quedan tras el proceso de descomposición en unos dos o tres años. De este modo pretenden verificar con que nutrientes la micorremediación de este ataúd  se mejora el tanatobioma del suelo, especialmente en cuanto a biodiversidad microbiana. 

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