No llores, vuela
Jennifer Connelly, Cillian Murphy, Mélanie Laurent, Oona Chaplin, William Shimell
No llores, vuela es una película que permite abordar temas sobre los que el espectador puede debatir e interpretar, especialmente, del duelo, la ausencia de los padres, la maternidad, la sanación, o en general sobre los procesos personales, como la catarsis o la redención.
El argumento es sencillo, se trata de una madre divorciada, Nana, cuya obsesión es encontrar una sanación para uno de sus hijos enfermos, Gully, lo cual lleva a desatender emocionalmente al otro, Iván, quién le corroen los celos y suple sus carencias manteniendo la afición por la cetrería, oficio que ostentaba su padre.
Sin embargo, un accidente provoca la muerte del hermano enfermo y esta situación crea una ruptura definitiva entre madre e hijo. Veinte años después, una periodista, Ressemore, busca a la madre, que se ha convertido en una sanadora famosa.
Esta propiciará un encuentro entre ambos que nos hará cuestionarnos el sentido de la vida y del arte, para plantearnos la posibilidad de asumir una vida plena a pesar de las incertezas. La naturaleza o juzga la oscuridad o la luz, por eso la libertad, la vida es imprevisible.
La complejidad de la culpa añadida al duelo
Superar una doble ausencia y la culpa por una muerte accidental aliñada por la ausencia del padre no es fácil. En la cinta, Iván suple estas carencias adiestrando rapaces como cetrero. Pero la historia de No llores, vuela se mueve, se mueve en dos coordenadas, en dos coordenadas temporales y con una inquietud profunda: ¿podía haberse evitado aquella muerte?. Pero, ¿puede la culpa impedir el perdón y provocar el distanciamiento entre la madre y el hijo?. Dos seres alejados por estar atrapados por un duelo que les impide volar.
La periodista Ressemore es el catalizador de esta road movie que avanza a golpe de flashbakcs sobre la vida de Nana y sus dos hijos. Una road movie a través de una carretera sobre el mar helado camino del Polo Norte. Un viaje catártico porque había que dejar de llorar el pasado y poder volar hacia el futuro. En definitiva, un viaje hacia el perdón y su redención.
No llores, vuela, es en realidad, una road movie sobre el interior de un hijo que sabía enseñar a los halcones a volar, pero que desconocía la propia libertad interior y de una periodista que necesita una sanación de su cuerpo convencida que con un ritual en la naturaleza puede revertir su enfermedad.
Para la directora No llores, vuela es "un viaje a través del mundo del arte y la naturaleza que explora el significado de la curación y la muerte. Un viaje que nos obliga a enfrentarnos a la inmensidad de conceptos a veces imposibles de comprender de manera racional como es el amor, el caos y la fe."
Pero también es una película sobre como el engaño puede dar apariencias de relativa felicidad cuando este es quién realmente nos aprisiona para encontrar el camino de la sanación interior e incluso corporal.
La película se desarrolla a través de secuencias con flashbacks, lo cual le confiere una estructura narrativa que en algún momento dificulta seguir la trama de la historia.
Producida en España y dirigida por la cineasta peruana Claudia Llosa, conocida por el film de denuncia social La teta asustada (2009), cuenta con un repertorio de actores de lujo y un importante equipo de coproducción franco-canadiense.
El acierto de la película es que la historia haya sido rodada en los grandes paisajes invernales de la región canadiense de Manitoba, en concreto en Silkirk, donde la lápida helada del lago de Winnipeg sirve de escenario.
>> Puedes descargar el Pressbook elaborado por Wanda Vision. También puedes acceder al making off (de 15 min) firmado por Mélanie Laurent.