David es un enfermero que trabaja con pacientes terminales. Eficiente y dedicado a su profesión, desarrolla relaciones sólidas, incluso íntimas, con cada persona que cuida.

Pero fuera de su trabajo, David es ineficaz, torpe y reservado. Necesita a cada paciente tanto como ellos lo necesitan a él. Durante años ha llevado una carga de culpa y remordimiento. Ahora el peso se ha vuelto insoportable: David debe regresar y enfrentar su pasado para poder sanar.

Como profesional, David  basa trabajo en una empatía camuflada. Entabla vínculos y se mimetiza en el entorno del paciente hasta el punto que crear lazos emocionales que rayan la obsesión patológica.

Pero es a través de esta que vamos descubriendo la herida profunda que arrastra desde años atrás. El film nos va dosificando esta información de forma natural, sin forzar pero tampoco con intenciones de impostar.

Todos tenemos derecho a vivir y morir con dignidad

La muerte es una certeza para todos los seres humanos, y esta etapa, el proceso de morir, debe poderse vivir desde su intensidad, pero sin dolor y con dignidad, además de rodeado de la gente querida.

Cuando se habla del final de la vida no todo es dramático, en este sentido la película explora también esta vertiente cómica`presente en algunas situaciones.

Pero lo cierto es que través del compromiso de la historia de David, uno puede asumir que el final de la vida puede ser lleno de humanidad.

Entre profesionales y actores

Como en otras ocasiones el director mexicano, Michel Franco mezcla actores con profesionales del sector, que aunque no tienen experiencia previa en cine ayuda a conseguir el tono realista que perseguía el film. Por ejemplo, las enfermeras son enfermeras reales, de esta forma reflejarán la profundidad y el compromiso que tienen con su trabajo.

El actor protagonista,Tim Roth, que interpreta a David, el personaje central, preparó su papel trabajando con pacientes reales y realizando las tareas que normalmente realiza una enfermera.

El personaje está lleno de contradicciones. Su estado emocional cambiará a través de su relación con cada paciente y, a veces, cruza la delgada línea de lo que se supone que debe hacer y lo que se supone que no debe hacer.

Inspirada en las enfermeras de pacientes terminales

El origen de esta película según cuenta su propio director, arranca con la experiencia que tuvo unos años antes cuando su abuela sufrió un derrame cerebral que paralizó permanentemente la mitad de su cuerpo.

Condenada a pasar el resto de su tiempo en cama, pasó a depender del apoyo para cualquier actividad o necesidad básica. Incluso hablar se volvió imposible.

Le asignaron  una  enfermera, que la ayudaba en lo físico y emocional; le facilitaba las actividades más esenciales y cotidianas; como bañarla, darle de comer, cambiarle el pañal y la bolsa de drenaje, así como muchas otras tareas difíciles, incómodas y muchas veces nada agradables.

Estas dos mujeres construyeron una relación a través de señas, gestos y palabras y fue la última persona que la vio con vida. Ella también fue quien la arregló para el funeral, ya que ninguna de sus hijas tenía la fuerza o el conocimiento para mover un cadáver.

Después de seis meses de trabajar con la abuela de Franco, pues al morir aquella le asignaron nuevo paciente. Sin embargo, su trabajo con pacientes terminales por más de veinte años la llevó a una depresión crónica, pero se negaba a no hacer este mismo trabajo. La historia de esta enfermera sería el detonante para que el director preparara el guion de Chronic.