cartel Más allá de los sueños

Más allá de los sueños

Título original
What dreams may come
País
Estados Unidos
Fecha de edición
1998
Duración
108 min
Género
Drama - Fantasia
Dirección
Vincent Ward
Reparto

Robin Williams, Cuba Gooding, Jr., Annabella Sciorra, Max von Sydow

Fotografia
Eduardo Serra
Música
Michael Kamen
Montaje
David Brenner
Producción
Stephen Deutsch, Barnet Bain
Distribución
PolyGram Filmed Entertainment.
Estreno en España
1999
Público
Sinopsis

Más allá de los sueños tiene una clara intención representativa del más allá. En este sentido, se trata de una película con un fuerte interés escatológico, entendida como parte de la teología que estudia las últimas cosas, es decir, el destino final del hombre y del universo. 

El film sumerge el espectador en un más allá lleno de color, introduciéndolo literalmente en el interior de pinturas al óleo.

El argumento es simple: Chris y Annie Nielsen viven una vida de ensueño junto a sus hijos hasta que estos fallecen en un accidente de tráfico. Annie, amante de la pintura, cae en una depresión y Chris hace todo lo posible por ayudarla.

Pero tiempo después es Chris quien muere en otro accidente de coche y su alma despierta en uno de los paisajes que solía pintar su mujer.

El suicidio como pecado del alma

Es entonces cuando descubre, con la ayuda de su guía que, cuando fallecemos, nuestra alma viaja hasta un lugar especial para nosotros y poco a poco se adapta a las bellas cualidades de ese lugar. 

Dado que su mujer se ha suicidado, su alma permanece en el infierno; entonces no duda en viajar en su búsqueda aunque ello suponga que él mismo pueda permanecer en el inframundo durante toda la eternidad. "Toda una vida es sólo un latido en el cielo".

Así pues, el cielo tiene una fuerte proyección subjetiva, como si cada uno se dibujara su propio cielo. Contiene a la vez una fuerte dosis de sufrimiento en la medida en que la persona querida no participa de él. S trata de  un cielo insuficiente que tiene que completar el amor humano para suplir al amor divino. 

La pintura como expresión del alma

La espectacular escenografía de la película acude a los pintores románticos. Willian Turner es quien presenta una naturaleza alterada y destruida.

La referencia será su cuadro El naufragio (Tate Gallery, Londres). Allí se nos muestra la impotencia y el horror. El descenso se realiza por lo que sería una catedral gótica invertida.

El cielo es representado como un jardín en torno al árbol de la Vida. La base de la idea del paraíso de Chris está tomada de una serie de pinturas de Caspar David Freidrich, tres obras del cual sirven de motivo a la escenografía: La tarde (Niederchssisches Landemuseum de Hannover, Alemania), Caminante sobre un mar de nubes (Hamburger Kunsthalle de Hamburgo, Alemania) y Pareja contemplando la luna (Schsisches Landersbibliothek de Dresden, Alemania).

Estas imágenes se completan con la visión de la ciudad celeste donde una multitud de seres viven una existencia de luz y perfección y en la que la familia del protagonista tiene su particular existencia.

Su riqueza visual atrapa y sorprende, porque está muy bien montada, alternando escenarios en los que aparece el paraíso y el inframundo o infierno.

Se estrenó con éxito el 1998 y obtuvo una nominación a los Óscar al mejor diseño de producción y finalmente conquistó el de mejores efectos especiales. 

La película está basada en la novela de Richard Matheson, What dreams may come, una novela de ciencia ficción que trata acerca de la vida (y el amor) después de la muerte.

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