Película ambientada en Suecia a mediados del siglo XIV. La Peste Negra asola Europa. Un Caballero sueco de nombre Antonius  Block (Max von Sydow)  y su leal escudero Jöns regresan de Tierra Santa tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas.

El protagonista, Block es un hombre atormentado y lleno de dudas. Por el camino, se encuentra con la Muerte, que lo reclama. Entonces, él le propone disputar una partida de ajedrez, con la esperanza de obtener de Ella respuestas a las grandes cuestiones de la vida: la muerte y la existencia de Dios.

En este clásico del cine universal, Ingmar Bergman (1918-2007) desarrolló la trama de la película a partir de una pieza teatral suya titulada Pintura sobre tabla. El título de la  película hace referencia a un pasaje tomado del libro del Apocalipsis, que se utiliza tanto al principio como al final del film. “Y cuando el cordero abrió el séptimo sello, en el cielo se hizo un silencio como por media hora. Y vi a siete ángeles que estaban de pie delante de Dios y se les dieron siete trompetas, y los siete ángeles que tenían siete trompetas se dispusieron a tocarlas”, con estas palabras en off, recitando el texto bíblico del Apocalipsis de San Juan, bajo una imagen de un oscuro cielo, da inicio a la historia de El séptimo sello.

La película es esencialmente un film simbólico en el que el ajedrez y la muerte son omnipresentes y en el cual se intenta reflexionar sobre la pregunta, que cualquier humano se hace en algún momento de su vida, ¿qué hay detrás de la muerte? Y la respuesta como da la propia Muerte en el filme es que  “aunque la mayor parte de los hombres no piensa ni en la muerte ni en la nada”.

Cuando Dios está en silencio y la muerte juega al ajedrez

De hecho la película se inspira en un las obras de Albertus Pictor (1440 – 1507), pintor sueco del siglo XV, en uno de cuyos frescos en la bóveda de la Iglesia de Täby, en Uppland, muestra a la muerte jugando ajedrez.

La película también hay una escena en la que se ilustra el trabajo de los pintores de las danzas de la muerte en algunas iglesias por toda Europa. Y todo ello en medio del caos religioso  del momento y el miedo a la muerte por la peste.

Es en este escenario que el protagonista, el caballero Block, pide a la muerte tiempo para tener respuestas de Dios sobre si existe algo más allá de la muerte. A la vez critica la persecución de los cleros para quemar "brujas". "Una calavera es más interesante que una mujer desnuda".

Toda la película es una colección de metáforas alegóricas sobre el nihilismo de la condición humana, a la que el contrapunto lo pone el escudero Jöns quién vive el presente y se mofa de todo “No existe el destino, estáis ante la nada…”.

El escudero pues es quién corta toda esperanza para recuperar un mundo mejor que en el film lo representa el matrimonio trovador Josef y Mia junto con su hija y su entusiasmo por vivir, frente al vacio agnóstico del caballero Block.

En el año 1960 fue premiada con la Espiga de Oro, pero más allá de los premios, no hay duda que esta película forma parte del patrimonio cultural humano.

· Acceso a un documentado artículo titulado: El séptimo sello. Una mirada fílmica sobre el silencio de Dios