Cartel El Árbol de la Vida

El árbol de la vida

Título original
The tree of life
País
Estados Unidos
Fecha de edición
2011
Duración
139 min
Género
Drama fantástico
Dirección
Terrence Malick
Reparto

Brad Pitt, Jessica Chastain, Hunter McCracken, Sean Penn, Laramie Eppler, Tye Sheridan, Fiona Shaw, Crystal Mantecon, Pell James, Joanna Going, Irene Bedard, Kari Matchett, Will Wallace, Michael Showers, Kimberly Whalen

Fotografia
Emmanuel Lubezki
Música
Alexandre Desplat
Montaje
Hank Corwin, Jay Rabinowitz, Daniel Rezende, Billy Weber, Mark Yoshikawa
Producción
Dede Gardner, Sarah Green, Grant Hill, Brad Pitt, Bill Pohlad,
Distribución
Fox Searchlight Pictures - Tripictures
Estreno en España
2011 (Septiembre)
Público
Sinopsis

El árbol de la vida, trata sobre la vida de una familia media en los Estados Unidos de los años cincuenta del siglo XX, los O’Brien  padres creyentes, con tres hijos que a través de sus vivencias, en especial cómo les influye la muerte del hijo menor cuando es adolescente a través de la mirada y el sentir de Jack, el primogénito.

Uno de los temas principales de la película es la creencia en Dios, no tanto visto cómo un ser superior al humano sino como la perfección que nos conecta con todo lo que nos rodea.

La familia O’Brien es muy religiosa cristiana-católica y siguen la fe, acuden a misa y rezan antes de cada comida. La madre por su actitud vital encara el amor no sólo por sus tres hijos por igual o su marido sino también a las personas que le rodean o se cruzan con ella. Es una mujer que vive feliz y agradecida  con Dios y que acepta lo que la vida le pone, pero sabiéndose protegida por su Señor.

Pero el hijo pequeño muere siendo adolescente y queda sumida en profunda crisis de fe, donde se cuestiona la bondad de su Señor: ¿por qué?, ¿dónde estabas tú?, ¿lo sabías?, ¿qué somos para tí?, ¿qué ganaste?.

La desgracia también ocurre a los buenos

En la iglesia a la que acuden el cura habla de Job y este advierte que: “La desgracia también le ocurre a los buenos no podemos protegernos contra ella, no podemos proteger a nuestros hijos. No podemos decirnos aunque yo no sea feliz me aseguraré de que ellos lo sean. Creemos que el viento en popa nos empujará para siempre, pero no será así. ¿Hay algún fraude en el orden del Universo? ¿No hay nada imperecedero, que no fallezca? Tenemos que seguir adelante, tenemos que hallar aquello superior a la fortuna o el destino; solamente eso puede aportarnos paz. ¿Confían en Dios? También Job y en cambio todo se le arrebató, entonces supo que había sido el señor; dejó de buscar recompensas fugaces y buscó lo eterno. Dios da y quita

La historia de Job, quien lo pierde todo y sigue confiando en Dios, es utilizada por su director como alegoría para adentrarse en el sentir de la familia O’Brien.

Más allá de lo que cada espectador sienta en su sentido espiritual o no, la película se desarrolla a través de Jack, el hijo mayor, quién de adulto deambulo cómo alma en pena en el mundo moderno.

Busca respuestas a los orígenes y al significado de la vida así como se cuestiona la existencia de la fe que recibió de su familia y que tuvo de ejemplo a su amorosa madre.

Jack, es a su vez el observador de lo que ocurre en su familia y también de lo que sucede en la comunidad en la que está anclado. Su mirada es profunda, reflexiva y serena escondida detrás de su éxito como arquitecto en su persona, pero se debate entre el modelo del amor femenino recibido de su madre y la disciplina impuesta por su padre.

Una película metafórica

Estamos claramente ante un film de autor, en el que su director, Terrence Malick, incorpora tintes autobiográficos y que algunos critican de ser vacía más allá de la belleza de su fotografía.

De lo que no hay duda es que es una película que se adentra pues en una particular visión de la creación, del tiempo, del ciclo de la existencia, del vínculo entre los seres, de la vida, de la muerte,  de la compasión y de la aceptación.

A lo largo del film hay muchas imágenes metafóricas como el hecho mismo de mostrarnos el fin de la Tierra abrasada por el Sol o la tenue luz de una llama sobre fondo oscuro del inicio y del final de la película que puede interpretarse por la frase bíblica “y se hizo la luz".

Es una película en la que la muerte sirve de excusa para profundizar en cómo entendemos la vida misma, lo que nos toca vivir.

Precisamente, por su especial planteamiento metafórico, cada cual puede sacar sus propias interpretaciones, lo cual no le quita el valor reflexivo del que va impregnado todo el film. Es una película que o gusta mucho o todo lo contrario.

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