Cielo sobre Berlín
Bruno Ganz, Otto Sander, Solveig Dommartin, Peter Falk
El Cielo sobre Berlín es la historia de los ángeles Damiel (Bruno Ganz) y Cassiel (Otto Sander) observando el mundo. No pueden cambiar la vida de los hombres ni darse a conocer, sólo pueden darles ganas de vivir e intentar reconfortarles en sus momentos de dolor.
Ambos ángeles, invisibles, sobrevuelan Berlín, ciudad dividida por el muro de la vergüenza. Sólo pueden ser vistos por niños y hombres de corazón puro. Son los testigos impotentes que no pueden cambiar el curso de los acontecimientos, sienten una gran compasión por los seres humanos.
Uno de ellos, decidido a conocer los sentimientos de los mortales, se enamora de una joven trapecista. El deseo de formar parte de la vida mortal es tan grande en uno de ellos, que está preparado para sacrificar su inmortalidad por él. Además de ser una declaración de amor por la humanidad, la película supone un enfrentamiento con la realidad de la República Federal de Alemania de los años 80 y con la Historia de Alemania.
El film muestra el punto de vista de los ángeles en color sepia y utiliza el color para mostrar el punto de vista de los humanos. Mezcla escenas reales de la guerra, muerte, maldad. La principal actividad de los protagonistas (los ángeles) es divagar, analizar y contar las experiencias que recogen a diario de la sociedad berlinesa, a la que escuchan en voz en off.
Los ángeles no solo sienten compasión por los seres humanos, también curiosidad, que les hace preguntarse cómo sería sentir emociones. Es en este tramo de la historia donde la película alcanza su punto más alto, transmitiendo al espectador un sentimiento de nostalgia.
En definitiva, crear conciencia sobre la maldad del ser humano y su incapacidad para relacionarse y prestar ayuda a los que la necesitan, además de dejar de lado cosas tan importantes como el amor y la solidaridad.
En la segunda parte el film se sumerge en la materialización de Damiel, uno de los ángeles, en un ser mortal. Esto sucede después de haber presenciado varios acontecimientos, especialmente los pensamientos de Marion, una trapecista llena de amor, que no sabe a quién dárselo.
El ángel que quiso ser humano
El deseo de convertirse en un ser humano también se desencadena al conocer a Peter Falk, que se interpreta a si mismo en el papel de un actor americano. Falk ha abandonado previamente la existencia celestial de los ángeles y lo ha precedido en el camino de transformarse en mortal.
Wenders muestra en esta segunda parte cómo el amor es la salvación a los males humanos y la cura para una sociedad enferma.
En 1993 Wim Wenders rodó la secuela ¡Tan lejos, tan cerca! (In weiter Ferne, so nah!), una continuación de Cielo sobre Berlín con algunos actores de la primera película y otros como Nastassja Kinski, Lou Reed, Willem Dafoe y hasta el ex líder soviético Mijaíl Gorbachov.
Aunque no alcanzó tanto éxito como la primera. U2 compuso Stay (Faraway, So Close!) para la banda sonora, publicada también en el álbum Zooropa de 1993. El videoclip de la banda irlandesa contiene tomas de la película.
Como curiosidad recordar que la banda Nick Cave and The Bad Seeds aparece en la película en la escena donde se conocen Marion y Damiel. La banda toca la canción Wings of Desire.
El remake de City of Angels
La temática de los films de Wenders se hicieron un hueco también en Hollywood. Cinco años más tarde, el 1998, se estrenó un remake estadounidense con el título City of Angels protagonizado por Meg Ryan y Nicolas Cage y ambientado en la ciudad de California.
En este caso, el ángel se enamora de una doctora y dado que en su condición espiritual no puede relacionarse con ella busca el medio de hacerlo.
En una de sus visitas para acariciar la muerte de los humanos se encuentra a un exangel que se hizo humano.