Alma Viva narra la historia de la pequeña Salomé, quien como cada verano regresa de vacaciones a su pueblo familiar enclavado en los montes portugueses.

Allí disfruta con sus tías y primos de las vacaciones veraniegas en un ambiente rural y muy tradicional. Pero lo que le gusta a Salomé es estar con su abuela y participar de sus ritos espiritistas. 

Sin embargo, de forma repentina su abuela muere junto a su lado de un ataque al corazón fruto ya de una diabetes avanzada.

El deceso de la abuela provocará una intensa pelea entre los adultos sobre cómo pagar el funeral a la vez que reavivará las rencillas entre las mujeres del pueblo.

Por su parte, Salomé comienza a sentir el poder de todas las tradiciones que su avô le contó antes de fallecer sobre la existencia de los espíritus.

Salomé, desde la inocencia que brinda lo cotidiano, conseguirá unir a su familia bajo una lluvia redentora para poder dar sepultura a su abuela.

Almas vivientes, supersticiones y brujas

A partir de la vela de la abuela se entrecruzan dos historias, por un lado, seguimos a la familia, en particular a la madre y a la tía de Salomé, que se debaten por la herencia y el pago del funeral: ¿quién pagará la lápida? Una lucha entre la hermana que se fue a Francia y la que se quedó en el pueblo para cuidar a su madre.

Por otro lado, Salomé absorbe como una esponja todo lo que presencia y en especial de las creencias espirituales de la abuela a la vez que descubre algunos tabúes familiares.

“¿Adónde vamos cuando estamos muertos?”, pregunta Salomé. La niña debe gestionar sus emociones a la vez que lidiar con las rencillas de los adultos, algo bien real que enfrenta a las familias tras un deceso.

Una frase clave en la película la pronuncia el tío Dantas, una frase que unifica estos dos ejes narrativos: “Los vivos cierran los ojos a los muertos, y los muertos abren los ojos a los vivos”.

Así que mientras la familia se pelea por el funeral, el cuerpo de la difunta empieza a oler y el resentimiento por el legado que no tenía buena reputación en el pueblo, el pueblo se ve afectado por un incendio forestal en sus alrededores.

Salomé ha sido abducida por el espíritu de su abuela en un territorio donde las supersticiones sobre brujas son bien vivas y todavía se recuerda que a estas se las llevaba a la hoguera.

Sin embargo, para Salomé creer que su abuela fue una bruja inicialmente alberga la esperanza de que su alma permanezca viva dentro de ella, como sugiere el título de la película “alma viva”. Pero pronto querrá quedar al margen de las tradiciones espiritistas.

Basada en una vivencia de la infancia de la directora

Es una película sobre los vivos, los muertos, el luto y el tránsito espiritual. Sin embargo,  Alma Viva también un documento costumbrista, un retrato familiar de tres generaciones que viven bajo las reglas y tradicionales enmarcadas en un pequeño pueblo.

Cristèle Alves Meira (1983-), nacida en Francia, de padres inmigrantes de Portugal, durante su infancia visitó a menudo la tierra natal de sus padres, donde todavía viven muchos de sus parientes. Tenía un vínculo muy especial con su abuela por parte de madre.

Según declaraciones de la directora, "el proyecto nació del sentimiento de injusticia que sentí cuando murió mi abuela materna. Tenía  veintitantos años y vi a mis tíos y tías pelearse por una vulgar cuestión de dinero. Aún no estaba enterrada y ya discutíamos sobre quién iba a pagar su lápida.

Durante dos años estuvo sin sepultar. Algo tan brutal en las relaciones humanas me golpeó hasta el punto de querer hacer una película sobre ello. Necesitaba entender qué podía conducir a esto. De esta historia personal, sólo queda una escena en la película.

Mi atención rápidamente se centró en la relación de una abuela con su nieta. Una historia de amor entre dos generaciones de mujeres, una del pasado y una del presente, unidas para siempre por un
poderoso legado".

Desde su particularidad personal y geográfica (el pueblo de Trás-os-Montes de donde es su familia natal), la cineasta dibuja una historia universal: la experiencia íntima con la muerte así como las creencias que la acompañan.

Alma Viva es el primer largometraje de la escritora y directora portuguesa Cristèle Alves Meira. Su hija, Lua Michel, es la protagonista de la cinta interpretando a Salomé.