Duelo y transiciones vitales agrupa a textos de diferentes autores centrados en un aspecto del duelo el de período de transición. Un proceso emocional y psicológico durante el que elaboramos el cambio. Un tiempo en el que dejamos lo ya conocido para abrirnos a algo nuevo.
Cada transición nos plantea modificar, ampliar o enriquecer nuestro sentido y nuestra identidad y así construir nuestro proyecto vital. Surgen así preguntas como: ¿Qué vas hacer con esto? ¿Quién quieres ser? ¿Cómo lo vas a hacer? Debemos tomar decisiones, pero tememos equivocarnos.
En este libro se abordan las transiciones vitales más normativas como la adolescencia, la mediana edad, el envejecimiento y la jubilación. Y otras de carácter circunstancial y dolorosas como la ruptura de una relación amorosa y la emigración.
Este libro también se adentra en las claves para una resolución satisfactoria y los nuevos retos psicológicos para cada una de las transiciones tratadas.
Uno de los aparatados está relacionado con los procesos terapéuticos en estas situaciones que retan el equilibrio y el funcionamiento psicológico de las personas.
Se destaca el papel de las denominadas terapias de Tercera Generación para el alivio del sufrimiento y el incremento del bienestar de quienes sufren patologías o situaciones de esta u otra naturaleza similar.
El libro está coordinado por la Asociación Viktor E. Frankl quién ha agrupado las aportaciones de diferentes autores como: Javier Barbero, Alejandro de Barbieri, Daniele Bruzzone, J. Francisco Gallego-Pérez , Manuel Martínez Cuesta, Santiago Muñoz Guillén, Robert A. Neimeyer, M.ª Ángeles Noblejas de la Flor, Luis Miguel Segovia y Sebastián Tabernero Capella.
La Asociación Viktor E. Frankl nace en Valencia en el año 2001 con el objetivo de asistir a las personas que padecen de sufrimiento intenso, enfermedad grave o duelo por una pérdida significativa.
El nombre de "Viktor E. Frankl" lo toma en homenaje al médico psiquiatra vienés (1905-1997) que ejerció vocacionalmente su profesión en la vertiente psicoterapéutica y desarrolló la Logoterapia o Análisis Existencial, situando su aportación fundamental sobre "el sentido último" en el sufrimiento.