Cartel Viure la Mort documental de Papai Produccions y La Directa (2024)

Viure la mort - Vivir la muerte

Título original
Viure la mort
País
España
Fecha de edición
2024 (Abril)
Duración
80 min
Género
Documental de investigación
Dirección
Estel·la Marcos, Meritxell Rigol, Núria Gebellí, Anna Celma, Berta Camprubí
Reparto

Thais Bonilla, Júlia Sánchez Cid, Juliana Tapiero,

Música
Anna Andreu
Montaje
Anna Celma
Producción
Papaia Produccions, Directa.cat
Estreno en España
2024 (Abril)
Público
Sinopsis

Viure la mort (Vivir la muerte) es un documental en lengua catalana realizado por un colectivo de mujeres que aborda la temática del duelo y el negocio funerario. El documental fue preestrenado el 16 de abril de 2024.

El documental parte del testimonio de cuatro mujeres que han perdido a personas muy cercanas en circunstancias diversas. Ellas son el punto de partida para poner sobre el impacto del duelo ante la pérdida, la complejidad de la organización de la despedida y como han podido salir de la esfera privada para socializar su realidad emocional.

El documental, se aproxima a la temática de cómo la industria funeraria monopoliza la despedida del fallecido a través de las reflexiones de profesionales del ámbito sanitario, del acompañamiento social y del sector funerario -tanto trabajadoras como directivos.

También, aparecen los activistas que se han organizado para mover fichas en el actual escenario y conseguir un marco social y legal que garantice despedidas libremente decididas y vele por el bienestar de las personas en duelo.

Algunas de las cuestiones que aborda este reportaje: ¿Son las necesidades de las personas en luto las que determinan cómo se realizan las despedidas? ¿Qué condiciones son necesarias para decidir, no sólo cómo vivir el ritual funerario, sino también el largo período de duelo que se abre?

¿Qué facilidades y barreras existen para transitar este momento de alta vulnerabilidad? ¿Quién establece el modelo de gestión de la muerte? ¿Y a quién beneficia?

¿Qué debe cambiar para despedir a los seres queridos de forma personalizada?

Los cuatro casos concretos de pérdida vistos por las mujeres que lo vivieron parten de cuatro situaciones bien distintas: un suicidio inesperado, el del activista Pablo Molano en 2016, la muerte solitaria de una mujer mayor en el hospital durante el covid en 2020, la muerte sospechosa del inmigrante colombiano Brian Rios en 2022 tras una detención policial, y el deceso convencional tras una larga enfermedad de una madre atendido por la familia.

¿Qué debe cambiar para un buen duelo? ¿Cómo corregir las desigualdades que se reproducen a la hora de despedirse y vivir los duelos? ¿De quién es responsabilidad? Son interrogantes que cuestionan el modo en que nuestra sociedad aborda la muerte.

El documental propone ampliar el reto de hablar de la muerte e insiste en la importancia de la comunidad social que se teje alrededor de toda persona. Una comunidad que es clave para el acompañamiento en el proceso.

La especulación funeraria

Así mismo aparecen críticas a cómo la industria funeraria se ha apropiado de la muerte y el negocio que esto supone. Desde la asociación Som provisionals, que divulga información sobre el sector funerario, advertían que el Estado cobra el 21 % de IVA por cada entierro y las funerarias multiplican por diez los costes reales del servicio.

Vivir la muerte saca a la luz el testimonio de extrabajadoras, actuales trabajadores y directivos del sector (la empresa del oligopolio, Memora, se negó a hacer declaraciones para el documental).

Mientras los ex trabajadores denuncian que los comerciales funcionan por objetivos de ventas con vínculos entre grandes aseguradoras y funerarias lo cual da lugar a abusos.

Durante la presentación del documental una persona del público narró que sólo le enseñaron los ataúdes de gama alta y ante el shock emocional por la muerte de su ser querido no atinó a preguntar por las categorías inferiores.

La mayor parte de las funerarias ya forman parte de un oligopolio del que el Estado saca tajada sin contemplaciones. Aunque hay alternativas, el documental sólo las apunta ya que prioriza la denuncia y la mercantilización del morir.

Activismo vivificante, pero mortal

Un documental realizado con esmero por un grupo de mujeres feministas, tanto a nivel de las realizadoras como de los testimonios que expone. La banda sonora que la acompaña es exquisita y también es obra de otra mujer, la artista Anna Andreu.

Meritxell Rigol Barbarà, codirectora de 'Vivir la muerte', cree que este documental propone preguntarnos cómo podríamos cubrir de una manera más sana y más cuidada este período de tanta vulnerabilidad por el que todas las personas transitaremos con la pérdida de un ser querido.

Por su parte, Núria Gebellí, también codirectora, apunta que otra de las tesis del filme es pensar “la necesidad de ubicar la muerte en la sociedad, cómo reapropiarnos de ese momento del que estamos desconectadas y que deberíamos poder hacer nuestro de una forma más amorosa y menos fría".

Ambas directoras remarcan que "no hay activismo en torno a la muerte tal y como ocurre con la vivienda a pesar de tratarse de una necesidad básica de las personas".

Entre los expertos que participan en el documental, señalamos a Montse Esquerda Aresté, directora de l'Institut Borja de Bioètica, quién no se corta en reconocer la poca tolerancia social ante el duelo y que por eso se ha llevado a la esfera privada. En la sociedad occidental el duelo se ha individualizarlo como proceso, cuando en realidad el duelo debería estar en la esfera pública.

Sus autoras, confían en qué el documental sirva para ganar músculo social crítico ante este momento o proceso de la vida. Su documental surge de la convicción de la necesidad que el tabú de la muerte debe diluirse y para que nos planteemos cómo queremos vivir la despedida terrenal.

Es un documental destinado a empoderar a las personas, para que estas asuman que la muerte forma parte de la vida. Un documental para asumir la responsabilidad de celebrar la despedida según nuestras convicciones y no de los estándares comerciales. Un documental para reflexionar sobre como afrontar el vacío temporal que deja toda pérdida.

Soporte institucional

El proyecto de este documental se convierte en una posibilidad cuando en el 2021 obtiene una ayuda del Premi Montserrat Roig de promoció de la investigació periodística en l’àmbit del benestar social, impulsado po el Consell Municipal de Benestar Social del Ayuntamiento de Barcelona. Así mismo, para la realización del montaje se contó con el soporte del espacio para proyectos de creacion de audiovisuales feministas de La Bonne.

De momento, Viure la mort se difundirá en festivales de cine antes de llegar a los circuitos que la hagan disponible para entidades sociales y público interesado.

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