La Iglesia recomienda insistentemente que los cuerpos de los difuntos y las cenizas procedentes de la cremación sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados.
La tanatopraxia agrupa las técnicas que hoy se aplican a la conservación de cadáveres y sobretodo se utilizan para mostrar el cuerpo sin vida con una determinada consistencia. Esta práctica emplea productos altamente tóxicos