Tiempo (Old) es una película frenética que no deja respirar casi al espectador, preso de la aceleración temporal que amenaza a los personajes. Pero es en lo que parece una pesadilla que se plantean  interesantes reflexiones sobre nuestra existencia mundana.

El argumento se centra en la historia de varios turistas junto a un matrimonio y sus dos hijos, que están de vacaciones en una paradisíaca playa tropical que les han recomendado. Allí en esta espléndida playa, recóndita y escondida a la vista de la mayoría, lo que debería ser un día de relax se convertirá en una pesadilla cuando empiezan a ser afectados por un repentino, mortal y rápido envejecimiento.

La realidad en la que se ven sumidos, sin que comprendan el porqué, se van poniendo cada vez más fea. En este paraíso se convierten en víctimas de una aceleración temporal que les amenaza de ser su último día con vida, si no escapan de esa playa.

La película es una advertencia contundente sobre cómo hemos perdido la esencia de lo que nos distingue como seres humanos. No somos mercancías para exhibir y agitar las redes sociales. Somos seres espirituales que experimentan una existencia temporal.

Parece una historia convencional de una película de intriga-terror, pero que en realidad es una impactante reflexión sobre el sin sentido de la sociedad actual que vive desorientada, de forma frívola, irresponsable y más asustada y temerosa de la muerte que nunca.

Los límites de la industria farmacéutica

En cierto sentido puede verse como una metáfora de la actual crisis sociosanitaria en la que en un abrir y cerrar de ojos, hemos pasado del disfrute del estado del bienestar a la incógnita sobre cómo serán los próximos meses y lustros. 

Es el retrato de una sociedad huérfana de líderes, de auténticos referentes que la guíen en el presente, con su ejemplo moral, honrado y generoso, hacia un futuro verdaderamente mejor. Una sociedad manipulada para confiar a la industria farmacéutica y a la que no le importan los efectos secundarios de los experimentos bioquímicos en humanos.

En este caso, los turistas son cobayas probando medicinas de años en un sólo día. Y la metáfora respecto a la campaña mundial de vacunación experimental viene en esta película.

El rápido envejecimiento del que parece no pueden escapar los personajes y la muerte inevitable están por tanto en el meollo de esta película. Y como es habitual en la obra de Shyamalan, los niños serán parte importante para aportar una visión inspiradora para los adultos. Una realidad que contrasta con la poca atención que los adultos prestan a la intuición infantil.

Tiempo nos permite reflexionar sobre el envejecimiento y el crecer y disfrutar del tiempo que la vida nos otorga. Pero, como hemos apuntado es sobretodo una propuesta con toques de conspiración y que plantea temas éticos y sociales que pueden dar lugar a un debate interesante tras el visionado del film.

Basada en la novela original Castillo de Arena

Este film se basa en la novela gráfica Castillo de Arena (2017) de Frederik Peeters en colaboración con el cineasta Pierre Oscarbas. Un cómic con tintes surrealistas y toques cómicos y de terror.

Una reflexión sobre el paso del tiempo, sobre la vida y cómo aprovecharla o malgastarla. Las lecciones que deja en el lector están muy próximas a las que la tragedia clásica nos legó. Una obra en la que se reflexiona sobre temas vitales y sociales muy actuales.

De hecho esta novela gráfica pretendía ser un guión para una película. Finalmente, llegó de la mano de un director que no deja indiferente y ampliamente conocido por obras como El sexto sentido (1999) entre muchas otras.

La película empezó a rodarse en plena pandemia en una playa de la República Dominicana tomando severas medidas de seguridad sanitaria para poder terminar el rodaje sin contratiempos.

A diferencia de la novela gráfica, Shyamalan nos ofrece una película con referentes morales que a modo de faro nos muestra que el bien nunca puede tener su origen en el mal.

El cineasta, por tanto, no se ciñe al guión de Castillo de Arena para proponernos un final propio y bien documentado, aunque a algunas personas puede que no les guste tanto detalle argumental en un film que se visiona como fantástico pero que parece bien real a la fecha.