Basada en la novela Bashir Lazhar de Évelyne de la Chenelière que narra la historia de una escuela en la que una de las profesoras, Martine, se suicida colgándose en el aula de una escuela primaria de Quebéc (Canadá) donde enseñaba. Su suicidio causa un terrible impacto en sus alumnos.

La escuela precisa de un sustituto y esta función la acaba asumiendo un inmigrante argelino Bachir Lazhar. Este hombre también está viviendo su propia tragedia ya que su esposa y su hija fueron asesinadas mientras trataban de llegar al Canadá como él. 

Acepta el trabajo de profesor le enfrenta a grandes desafíos, tanto desde el ámbito cultural como desde el docente.

La película transcurre en escenas tranquilas entre dentro y fuera del aula, y los métodos pedagógicos de Lazhar  entran en conflicto con la dirección de la escuela.

Para Lazhar, el aprendizaje real se basa en el desarrollo del lenguaje, donde la lectura y la escritura de calidad son esenciales ya que permiten explorar el verdadero significado de las palabras y de los pensamientos.

Esta preparación lingüística permite que las personas expresen con claridad sus sentimientos y con ellos pueden liberarse de su yugo y empezar a pensar de verdad.

La película trata el tema de la muerte, el duelo, y cómo este debe ser soltado. Para el profesor Lazhar el tema de la muerte forma parte de la cotidianidad y no de una atención psicológica.

El tratamiento del suicidio en la escuela

Facilita pues en sus clases que sus alumnos puedan expresarse, especialmente Alice y Simon que vieron el cuerpo colgado de su maestra. Su trabajo como tutor es salir de la negación y el silencio y facilitar la expresión de los sentimientos.

Lazhar, que en su país era barman, por su parte elabora su propio duelo a través del aprendizaje al ponerse en el lugar de su esposa que sí era educadora.

La experiencia de Simón y Alice para afrontar el golpe ante el suicidio de la profesora es diferente. Simón lo hace con su cámara de fotos en mano, intentando registrar los momentos que vive para que perduren y no se le escapen, como le sucedió con Martine.

Alice lo hace a través de la escritura, la lectura y la palabra, para deshacer el nudo en el estómago que tiene y que nadie quiere escuchar, excepto Lazhar. 

Lazhar se mueve como un niño que va descubriendo cómo vivir en un lugar ajeno a su entorno y en solitario, la misma soledad que siente Simón frente a la incomprensión de su familia.

Por su parte Alice se enfrenta a su madre y al resto de sus compañeros incapaces de que puedan comprender el impacto emocional que le causó la muerte de su profesora. 

El trauma que puede causar el suicidio es importante porqué las causas del mismo pueden no ser comprendidas.

Lazhar con su clase y su método pedagógico facilita ir pasando por cada una de las fases que los expertos creen se suceden en el proceso del duelo: negación y aislamiento, ira, pacto o negociación, depresión y aceptación.

Sobre esta película existe un detallado dossier pedagógico disponible elaborado por el Centro de Comunicación y Pedagógico.

La película fue nominada al Óscar a la mejor película extranjera y tiene el mérito de haber trabajado con un grupo de jóvenes no profesionales dirigidos magistralmente para que no sobreactuaran.