cartel Ponette

Ponette

Título original
Ponette
País
Francia
Fecha de edición
1996
Duración
97 min
Género
Drama infantil
Dirección
Jacques Doillon
Reparto

Victoire Thivisol, Delphine Schiltz, Matiaz Bureau Caton, Léopoldine Serre, Marie Trintignant, Xavier Beauvois, Claire Nebout, Aurélie Vérillon, Henri Berthon, Carla Ibled, Luckie Royer, Antoine du Merle, Marianne Favre, Hadrien Bouvier, Benjamin Lemaire

Fotografia
Caroline Champetier
Música
Philippe Sarde
Montaje
Jacqueline Lecompte
Producción
Les Films Alain Sarde - Rhône Alpes Cinéma
Estreno en España
1996 (Noviembre)
Público
Sinopsis

Una niña de cuatro años, Ponette, se enfrenta a la pérdida de su madre en un trágico accidente. A partir de este momento, cada día tras la ausencia de su madre, su cotidianidad se le hará más dura. Nadie podrá convencerla de que no volverá a verla nunca más. Su entorno tampoco se lo pone fácil.

Es una película impactante y que incita a la reflexión de cómo pueden afrontar la muerte los niños. Aunque es una película de mediados de los noventa y se ha avanzado mucho en cómo explicar la muerte a los más pequeños, sin duda, esta cinta marcó un hito en la cuestión.

Al ver este film uno podrá cuestionarse sobre: ¿cómo comunicar a una hija de cuatro años la muerte de su madre?, ¿cómo facilitarle el trabajo del duelo?, ¿cómo lidiar con la dureza que supone la muerte en edad temprana?.

La película intenta dar respuestas a estas cuestiones y también se adentra en el papel de un padre que se debe asumir la pérdida de su joven esposa y afrontar el futuro en solitario con la niña.

El argumento gira especialmente sobre el impacto de las creencias que nos ejercen los demás. El padre de la niña es ateo y cree que Dios es para los muertos, su tía que Jesús ha acogido a su madre en su seno y que resucitará algún día.

Además de esta influencia familiar, en  un campamento de verano al que asiste Ponette, incluso un niño le hace creer que fue ella quién mató a su madre por ser "mala niña". Ponette intentará reencontrar a su madre por todos los medios que ella es capaz de interpretar desde las visiones que le llegan de su entorno.

La travesía del duelo de una niña

Un relato minucioso de la travesía por el duelo y de esa esperanza que nace al final del proceso. No es un relato de elipsis, sino de concreción.

Aunque algunas reflexiones puedan parecer poco creíbles en boca  de una niña de cuatro años, está claro que se trata de un excepcional guion. Gracias a este se permite explorar el complejo mundo de los sentimientos infantiles sobre la muerte a causa de los mitos y los tópicos que elaboramos los adultos.

Hay un detalle importante al final de la película y es el intento de la niña de dialogar con su madre. De hecho, en todo proceso de duelo, se aconseja poner por escrito o en simulación los sentimientos que atenazan nuestra razón.

El principal valor de esta película es adentrarse en el significado de la muerte desde el mundo infantil, donde realidad y fantasía se mezclan y, por eso, en la película,los adultos se muestran más cómo el problema que la solución.

Así pues la tenue separación entre la realidad y la fantasía a la que hacíamos referencia, permitirá cambiar la mirada de la niña. En el cementerio , tras escarbar la tierra, en un intento desesperado de conseguir contactar con su madre, logrará que esta le vuelva a sonreír y se despida de ella con un mensaje “que procure ser feliz”.

Muchas personas no creyeron que la impresionante interpretación de la protagonista, Victoire Thivisol, con sólo cuatro años, pudiera distinguir entre la realidad y la ficción y se acusó al director incluso de maltrato infantil. Sin embargo, un documental estrenado dos lustros más tarde, Jouer Ponnette (2008) sobre el making off de la película, pone en evidencia que fue un logro interpretativo y, por supuesto, producto del acierto de un meritorio equipo de coaching infantil de la producción.

La niña y su carrera cinematográfica

De hecho, Victoire Thivisol, siempre ha expresado que tiene un buen recuerdo del rodaje. Lamentablemente, todavía muchos adultos son incapaces de aceptar la "madurez" infantil. Cómo actriz, esta niña, en 1997 cosechó un premio en el Festival de Venecia a la mejor actriz. En 2000 participó en Chocolat  de Lasse Hallström, junto a Juliette Binoche y en 2008 protagonizó la película Les grands s'allongent par terre de Emmanuel Saget.

Respecto a su experiencia en la película, ella misma reconocía en 2013 que "No puedo ver esta película sin llorar de inmediato, ya que el rodaje de "Ponette" es uno de mis primeros recuerdos. El papel fue muy triste, sin duda, pero no es un mal recuerdo. De lo contrario no haría cine todavía. Éramos trece niños y fue cómo estar con una gran familia o un campamento de verano, excepto que teníamos que trabajar. Recuerdo que tenía muy claro la diferencia con la vida real".

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