cartel Lejos de ella

Lejos de ella

Título original
Away from her
País
Canadá
Fecha de edición
2007
Duración
110
Género
Drama
Dirección
Sarah Polley
Reparto

Julie Christie, Gordon Pinsent, Olympia Dukakis, Kristen Thomson, Michael Murphy, Wendy Crewson, Alberta Watson, Nina Dobrev

Fotografia
Luc Montpellier
Música
Jonathan Goldsmith
Montaje
David Wharnsby
Producción
Daniel Iron, Simone Urdl, Jennifer Weiss
Estreno en España
2007 (Diciembre)
Público
Sinopsis

Conmovedora historia de amor sobre la memoria y sobre los indescriptibles vericuetos de un largo matrimonio: Grant y Fiona, que llevan 50 años casados, poseen un sentido del compromiso aparentemente quebrantable y una vida llena de ternura y humor. Esta serenidad sólo se ve perturbada cuando, ocasionalmente, Fiona hace alguna referencia comedida al pasado, dando la sensación de que el matrimonio no siempre ha sido un cuento de hadas.

Esta tendencia de Fiona, unida a su evidente pérdida de memoria, produce unos momentos de tensión que ambos suelen romper con algún comentario desenfadado. Pero cuando estos fallos de memoria se vuelven más evidentes y dramáticos, ninguno de los dos puede seguir eludiendo la realidad: Fiona padece la enfermedad de Alzheimer.

El cuento de Alice Munro, The bear came over the mountain (1999) es un relato corto sobre el proceso del alzheimer al que compara con un pozo en cuyo fondo se reconoce el protagonista; y es que hay que bajar al pozo para darnos cuenta de cuan lejos estamos de la luz que dejamos atrás a fin de reencontrar una nueva salida.  Alzheimer es, en este sentido, una metáfora: el pozo que favorece la metamorfosis, que nos permite olvidar sin culpa.

El Alzheimer en toda su crudeza

Lejos de ella nos muestra una de las realidades más trágica y desoladora de esta enfermedad que impacta sobre la persona que la padece, pero también sobre su entorno que asisten como progresivamente se va deteriorando su ser querido.

El alzheimer es una especie de autodestrucción en vida que ataca a la identidad íntima de los individuos afectados y cómo sus familiares que los quieren quedan fuera de su mundo. Una enfermedad que nos produce la sensación de vivir la muerte del otro en vida ya que el morir es precisamente el olvido de uno mismo.

Esta película pues habla de la pérdida de aquello que amamos en la vida, como puede ser una pareja, y cómo por una degradación biológica esta persona dejará de recordarnos. El alzheimer impacta porqué sin que haya una degradación física como sucede con la mayoría de las enfermedades, impacta en el plano emocional que nos caracteriza a los humanos.

Esta es la dura realidad que hay detrás de la demencia senil y en concreto del alzheimer. Uno pierde la base que nos hace humanos que es la comunicación, pero aquí la película nos abre a una opción sorprendente sobre los misterios del olvido consciente. Y es que a veces "simplemente tienes que tomar la opción de ser feliz".

En cualquier caso, el film nos adentra a una pregunta existencial ¿qué es lo que nos define como personas?, ¿qué es lo que somos sin las huellas que la vida dejó en nosotros?

La directora, Sarah Polley, conocida también como una actriz talentosa como lo muestra su magnífica interpretación del film Mi vida sin mí (2003), nos coloca frente a lo efímero de nuestra consistencia como personas. Su relato  parece susurrarmos un eco de la frase de Marx: "Todo lo sólido se desvanece en el aire".

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