Derecho a morir se basa en la historia real de Emily Bauer, una exitosa psicóloga que vive con una vida familiar ideal con un comprensivo esposo Bob Bauer y dos hijas, de 5 y 7 años respectivamente, hasta que de repente le diagnostican esclerosis lateral amiotrófica o (ELA), también es conocida como la enfermedad de Lou Gehrig.

Esta enfermedad provoca que las neuronas motoras se desgastan o mueren y ya no pueden dar órdenes a los músculos. Esto conlleva el debilitamiento muscular, espasmos y parálisis progresiva de todo el cuerpo. Cuando los músculos de la zona torácica se paralizan, esto impide la respiración y el paciente acaba dependiente de una máquina de asistencia respiratoria.  

Frente a esta enfermedad, inicialmente Emily intenta luchar con todas sus fuerzas para vivir. Buena parte del film se dedica a profundizar en los aspectos más médicos sobre la ELA y el sufrimiento que inflige esta al enfermo.

Esta enfermedad degenerativa, irreversible avanza hasta dejar  en estado vegetativo en brazos de sus seres queridos sin que puedan hacer nada. Entonces, Emily le suplica a su marido que le ayude a morir con dignidad.

Una buena reflexión sobre la muerte digna en todos sus aspectos

Derecho a morir no es una película para pasar el rato ya que nos pone con maestría en la piel del sufrimiento de la protagonista. A pesar de ser en formato de telefilm, la historia tiene un inmenso valor sobre como afrontar la agonía de una enfermedad degenerativa terminal. Es un relato marcado por una documentada veracidad sobre la progresión de la esclerosis lateral amiotrófica y cómo esta afecta a los seres queridos.

Estamos pues ante el inalienable derecho a morir dignamente y la película trata el tema con enorme sensibilidad. Tambien muestra la trama legal que siguieron los Bauer para ejecutar la decisión de Emily y que no hubiera perjuicios penales para su familia. En este aspecto es, aunque de acuerdo al derecho norteamericano, muy interesante el planteamiento y como lo relata el guion.

Las cuestiones de fe religiosa, aún siendo su esposo ateo, también aparecen pues una de las cuidadoras de Emily es un ferviente creyente. La problemática religiosa es tratada con gran respeto para ambas visiones.

La película se atreve a plantear la cuestión de la muerte digna de la mano de una reconocida actriz como es Rachel Welch (1940- ), que borda la interpretación.