cartel Belleza oculta

Belleza oculta

Título original
Collateral Beauty
País
Estados Unidos
Fecha de edición
2016
Duración
94 min
Género
Drama psicológico
Dirección
David Frankel con guion de Allan Loeb
Reparto

Will Smith, Edward Norton, Kate Winslet, Michael Peña, Naomie Harris, Helen Mirren, Keira Knightley, Jacob Latimore, Enrique Murciano, Kylie Rogers, Natalie Gold, Liza Colón-Zayas, Toshiko Onizawa, Nicole Bonifacio, Liz Celeste, Ann Dowd

Fotografia
Maryse Alberti
Música
Theodore Shapiro
Montaje
Maryse Alberti
Producción
Bard Dorros, Michael Sugar, Allan Loeb, Anthony Bregman, Kevin Frakes
Distribución
Warner Bros Pictures España
Estreno en España
2016
Público
Sinopsis

El argumento es que los socios de Howard (Will Smith) contratan a un trío de actores en apuros, Brigitte, Raffi y Amy, para hacerse pasar por la muerte, el tiempo  y el amor y confrontar a Howard con sus percepciones.

El plan de los amigos es que una detective grabe estos encuentros y luego borrarán a las "apariciones" de forma que les permita argumentar que Howard está mentalmente desequilibrado, y esto les facilite vender la compañía.

Aunque en realidad el plan de sus amigos es obligarle a superar su dolor de una manera sorprendente y profundamente humana.

Después de sus encuentros con Brigitte, Raffi y Amy, Howard asiste a un grupo de apoyo del duelo donde se hace amigo de Madeleine, una mujer que perdió a su hija, Olivia, de cáncer, situación que la llevó además al romper con su matrimonio.

En uno de esos encuentros con Madeleine, ella le muestra una nota de su esposo, "Si pudiéramos ser extraños otra vez ..."

Howard le cuenta sobre sus recientes "conversaciones" con la muerte, el tiempo y el amor a lo que ella le argumenta que el día que Olivia murió, una anciana en el hospital le había dicho que percibiera la "belleza oculta", que ella había aprendido a reconocer en los actos de bondad desinteresados asociados a situaciones trágicas.

La película no da sorpresas y se dibuja a modo de  fábula en el que lo real, lo transcendental y lo mágico se juntan en el edulcorado ambiente de las fiestas navideñas.

Los críticos de cine se ensañaron con este film calficándolo de pornografía emocional por la manipulación sentimental que contiene, pero lo cierto es que el relato aporta reflexiones interesantes en cuanto a la problemática del duelo y como este afecta al entorno de la persona que lo padece.

Will Smith, el protagonista de este cuento de duelo da un notable realismo a una historia que transcurre en el período navideño con un tono convencional algo edulcorado. Sin embargo, sirve de oportunidad para ofrecer algunas lecciones vitales y no menos dramáticas reconciliaciones.

Puede que parte de la convicción que transmite Will Smith tenga que ver con que durante el rodaje se enteró que su padre tenía un cáncer terminal y que apenas le quedaban unas semanas de vida.

Esta coincidencia hizo que el actor intentara entender lo que su papel como Howard debía sentir al sufrir una pérdida íntima, mientras en su vida real asumía la inminente pérdida de su padre.

Según confesaba el actor, el film le sirvió  de aprendizaje y el dolor que sufrió le cambió para siempre su vida, pues "no hay nada más difícil para un ser humano que lidiar con la muerte de un ser querido".

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